En esta fecha se ha escrito uno de los más bonitos capítulos de la reciente historia del
Fútbol Femenino de Castilla La Mancha.
En homenaje a las jugadoras que lo hieron posible, al cuerpo técnico que juntó a esta generación y la llevó a la meta, y a todos las escuelas y clubes de femenino que han aportado su esfuerzo, trabajo y colaboración para crear una gran hornada de futbolistas y personas, dejamos en este foro reflejo de la crónica de esa final
No hubo premio al mejor juego de Castilla La Mancha en la primera mitad de
esta finalísima del Campeonato Nacional de Selecciones Autonómicas femeninas
Sub-18. El 1-4-1-4-1 diseñado por el seleccionador Vicente Becerra permitía a
las castellano manchegas acumular mujeres en el centro del campo y ganar los
balones para la creación del fútbol, en cuyo momento el dibujo táctico pasaba a
incrementar el número de delanteras, con Alba María y Marina incorporándose
como extremas. Alba Molina ejerció como pivote defensivo y Monica y Leles en la
línea creativa. Por lo demás, la línea de cuatro defensiva estuvo mejor que
nunca, con Teresa como gran baluarte y con esa disposición y una inmejorable
actitud de las jugadoras castellano manchegas barrieron por completo a la gran
selección de Madrid, a quien, no obstante no se puede subestimar porque en el
momento en que les dejas un metro te la pueden liar. Así ocurrió en esta
primera parte en que el peso del partido fue castellano manchego y las
ocasiones también, pero la rapidísima Laura, para Madrid, fabricó también dos
jugadas que no acabaron en gol de milagro, una de ellas con tiro a la madera
incluido. Previamente Leles gozó de dos faltas al borde del área que fueron
cantadas como gol por la parroquia albaceteña, de tan cerca que pasaron del
poste. Irene tuvo otra con la portera ya batida, que no acertó a introducir
entre los tres palos. Marina remató en semifallo en el punto de penalti con el
gol cantado. Pero sobre todo, el gran juego desplegado por las castellano
manchegas, mucho más entonadas que en las semifinales.
Se igualó la contienda en la segunda parte. Castilla La Mancha ya no tenía
el control absoluto del partido, que se repartía entre ambos conjuntos al
cincuenta por centro. El cambio produjo serias sensaciones de peligro a cargo
de Madrid, aunque ahí emergió, como siempre, la central Teresa, para desbaratar
la gran mayoría de incursiones madrileñas. Aún así, Madrid generó varias
ocasiones claras de gol, quitándole a Castilla La Mancha el protagonismo que
había tenido en la primera mitad. Ahora tan solo Alba Mª Redondo fabricó dos
situaciones de peligro, principalmente en los momentos que actuó por el centro,
a través de jugadas individualizadas, que acabaron en sendos lanzamientos desde
el borde del área, sin consecuencias. Los últimos minutos del partido fueron
agónicos: una indecisión en la zaga castellano manchega, a la salida de un
córner, a punto estuvo de costarle la final; luego Alba Mª Redondo lanzaba una
falta demasiado floja pero que obligó a lucirse a la portera madrileña. Y al
final, después de contabilizarse entre las dos selecciones más de diez jugadas
de gol, el partido terminó con empate a cero goles, yéndose irremisiblemente a
la prórroga.
Y en este tiempo extraordinario Castilla La Mancha evidenció la falta de
gasolina; la había quemado principalmente en los 45 primeros minutos; luego se
mantuvo por inercia en los segundos, pero esta prolongación se hizo demasiado
larga. Primero fue la jugadora más peligrosa de Madrid, Laura Domínguez, quien
en uno de los pocos errores defensivos de Castilla La Mancha, se hizo la más
lista de la clase para meter la puntera y anotar el primer gol de la final.
Vicente Becerra quemó las naves y se fue arriba con todo; Teresa se situó como
delantera acompañando a Alba Mª, Gema y Marta (estas dos últimas salieron en la
segunda parte). Pero ya no se generó peligro; muy al contrario, una contra
magistral de Madrid fue definida por la otra Laura de Madrid, Laura Ortega. El
dos a cero ya era definitivo. Aun así, las bravas jugadoras castellano
manchegas lo intentaron hasta el final; valientes futbolistas que acariciaron
la gloria y que se les escapó en el último suspiro.
Las lágrimas brotaron sin remisión de las jugadoras castellano manchegas.
No era para menos. Pero luego recogieron orgullosas la medalla de plata y la
copa que les acredita como subcampeonas de España. Los trofeos fueron
entregados por el presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, D. Vicente
Temprado y por el presidente de la Federación de Fútbol de Castilla La Mancha,
D. Antonio Escribano, acompañados para la entrega de medallas por el consejero
de Educación, Cultura y Deportes, D. Marcial Marín, el concejal de deportes de
Albacete, D. Francisco Cebrián, el diputado de deportes, D. Angel Salmerón, el
director general de deportes, D. Juan Carlos Martín, la presidente del Comité
de Fútbol Femenino en Castilla La Mancha, Dª Pilar López y el directivo de la
Federación Catalana, D. Albert Montull.
No es baladí lo que han conseguido este grupo de futbolistas castellano
manchegas; la única pena es que este éxito se consigue perdiendo, pero no deja
de ser el subcampeonato de España. Al final, todas las jugadoras hicieron una
piña, reprodujeron el grito que tantas veces han voceado en los prolegómenos de
los partidos y se hicieron la foto de familia con la medalla de plata al pecho.
Nuestras jugadoras
PORTERAS
DEFENSAS
MEDIOS
DELANTERAS
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